NUEVAS CALLES ASFALTADAS

La tormenta del 18 de agosto azotó con vientos, truenos  a Villa Dorrego durante muchas horas de la madrugada. La torrencial lluvia de invierno sobre la zona Oeste a 32 kilómetros del Obelisco y un poco más del Río de la Plata, después, de cincuenta años, de haberse inaugurado el barrio, por primera vez el raudal hacía desplazamiento sobre cintas asfálticas terminada un mes atrás. El cambio de la modalidad de la masa de agua para escurrirse, produjo a los vecinos alivios de inundaciones y también, originó problemas no menores en ese cambio de pasar caminos de tierras a cuadras y cuadras de hormigón construidas con cementos y rocas trituradas. La transformación del paisaje llevó a que algunos vecinos, denunciarán las picadas nocturnas de motos en las relucientes  y perfectas calles.

Juana vecina que vive en Zaraza y Virreyes, en relación al progreso, mejoramientos de calles, contó: “estoy contenta con el asfalto, pero ahora no puedo dormir a la noche porque vienen chicos motoqueros a hacer Willy con esa potentes máquinas. El ruido me entra en la pieza que está sobre la vereda, te juro que me hace poner nerviosa y no puedo dormir”. Posteriormente,  subrayó que ya no se inundó en la tormenta su casa como en otras ocasiones. Las tristezas de experimentar agua en el interior de sus habitaciones pasaron a otro nivel. El brillo de los ojos daba testimonio que tenía satisfacción y cuando se despedía agregó, “Ya hice la denuncia en la municipalidad por las picadas de motos. Estoy esperando las respuestas”.

Villa Dorrego pertenece a La Matanza. Sobre la Ruta Nacional 3, altura 30700, está la entrada, la calle se la conoce con el nombre de Infanta Isabel y lo componen 14  cuadras de largo.  A ambos lados de esa abertura que permite el ingreso al interior del lugar, se observa el diseño de cuatros calles que acompañan a la arteria principal hasta el límite donde termina el barrio. Está localidad entró en el programa que el Intendente Fernando Espinoza lanzó para mejorar la calidad de vida de los lugareños. La inversión para cambiar la infraestructura, juntos a otros barrios cercanos  fue más de 400 millones de pesos  y la creación de 400 puestos de trabajos y 300 en forma indirecta, según fuentes del Municipio de La Matanza.  

En definitiva, las calles en menos de tres meses pasaron de tener barro a verse en esa característica que hace el material seco, duro. Los dorreguenses en las primeras apreciaciones ya lo llamaron el asfalto del frente de mi casa. En ese contexto don Ramón un lugareño con más de cuatros décadas recordó: “No sabes cuántas veces vinieron los vivos a pedirme la firma y plata para hacer asfalto frente a mi terreno”,  Jamás dio nada y hoy con sonrisa en el rostro dijo: “No esperé sesentas años, tengo asfalto y mi casa se cotizó unos cuantos miles de pesos más”.

Dos días después de la primera tormenta, con casi todas las cuadras asfaltadas, por primera vez en la historia  de Villa Dorrego no se vio, ni se escuchó que el agua se quedaba estancada en el centro. La obra financiada por el municipio. Llevó progreso y nuevas esperanzas, al que camina como el que maneja un vehículo, sin embargo, el avance hacia mejor calidad de vida, para los habitantes acostumbrados a la ausencias de motos, autos, comenzó otra historias en su cotidianidad. A partir de ahora, en el silencio de la madrugada deben de escuchar las aceleraciones de las motos  y las frenadas  de autos que hacen picadas.   

Florentino Abelardo Colombo.